sábado, 15 de diciembre de 2012

Todo empieza y todo acaba en ti.



Hoy me he dado cuenta de que haga lo que haga siempre serás mi talón de Aquiles. El clavo que nadie consigue sacar. La piedra con la que tropiezo una y otra vez. Las Meninas de mis cuadros. El deseo que siempre tiraré a fuentes en forma de moneda. El cabello cortado de Sansón. El más débil de mis puntos convertido en el más fuerte. ¿Tú también notas esa electricidad que hay en el ambiente? Porque da calambre... Y es que ahora noto como el viento me habla, pero nunca entiendo lo que me dice. Venga, es simple, cógeme y dime que quieres que me quede. Como antes, como siempre.

Escrito por María González Torres. ©

viernes, 30 de noviembre de 2012

Mis 1000 y última pesadilla.




Se me olvido hacer sonrisas y mariposas ahora salen volando. Quizás es que no sea asunto tuyo salvarme o es que quizás no sé si me encuentro vacía o llena de nada con tus ojos de amor que ya no aman. Me sumerjo en la bañera junto a todos mis miedos notando poco a poco como me parto en dos, porque sólo tú podías verme cuando era invisible y joder... lo que daría ahora por un segundo en tu mirada, porque me llames algún día y me digas que me echas de menos. Entretanto, aquí sigue creciendo mi caja de “cosas por decirte”.Tampoco sé cuantas veces habré estado en huelga de ti y aunque ya no nos bebamos aún me duran tus resacas. Pero tranquilo, que yo mientras pueda seguiré matando monstruos por ti.


Escrito por María González Torres. ©

lunes, 12 de noviembre de 2012

El amor como ciencia.


Nunca se me dieron bien los cálculos rápidos pero en esta ecuación lo que importa no es la velocidad. Mi problema es que tampoco controlo ni el espacio ni el tiempo en dicha ecuación. No estamos hechos de átomos sino de historias. Eres esa sustancia desconocida que hace que este cálculo este elevado a pensamientos que nadie consigue descifrar. Y si lo nuestro es química espero que la reacción entre tú y yo nunca sea reversible y que en su mayoría se encuentre en equilibrio. Nos atraemos y repelamos en la misma medida pero cada 2 por 3 se nos aceleran las pulsaciones por minuto. Derivamos en unas ganas máximas el uno del otro, lástima que haya demasiadas variables en esta ciencia. Hemos sumado muy pocos momentos y eso multiplica mis “te echo de menos”. La incógnita de a donde vamos no la resuelve el viento, y he perdido la cuenta de los besos que te debo. 

Pero es sólo una hipótesis...

Escrito por María González Torres ©.





miércoles, 7 de noviembre de 2012

Odio las despedidas.



Besos de estación, lentos. Si no fuesen los últimos del año que me das, si no tuviera que esperar tantos meses más, si supieran a reencuentro y no a despedida... Desapareciste en el último metro, pudiéndote haber quedado en la parada de mi cintura. Esos momentos en los que desearías darte la vuelta y volver a besarle. Que para que el poeta dijera que cambiaba la primavera por una mirada de sus ojos... y lo que daría yo ahora por volver a mirarte. Como te pareces ahora a la palabra melancolía...

Escrito por María González Torres. ©

jueves, 1 de noviembre de 2012

Agotada.



Agotamiento: Dícese del estado de cansancio extremo. Consumo de algo hasta acabar completamente con ello. Deterioro, decadencia, perdida de fuerza o importancia. También dicen que los amigos se cuentan con los dedos de una mano (y sobran), que los “son inseparables” están de más, que los siempre están sobrevalorados, que si te juegas la mano por alguien seguramente la pierdas y que las palabras se las lleva el viento... Yo no creo en nada de esto, bueno, más bien no quiero creer en esto...pero, es que, aún no te has ido y yo ya hace tiempo que te echo de menos.


Escrito por María González Torres. ©

miércoles, 24 de octubre de 2012

Neverland.



No cierres la ventana por si vuelve en busca de su sombra, yo prometo que con polvos mágicos conseguiré coserla aunque sea a un calcetín. Pensamientos felices son necesarios para volar y yo sólo puedo volar si es contigo. Que dejemos atrás los celos de campanilla y si algún día toca crecer sea entre besos (los tuyos). Que necesito tres pasos, dos saltitos y un resbalón para llegar a ti (bueno, quizás un poco más) pero merecerá la pena. Cuando te acercas siempre te pongo de sobreaviso con ese tic-tac, tic-tac, tic-tac... pero en este caso no hablamos de un reloj si no de la forma que tienes de acelerar mi pulso. Ven, así podré volver a ser entre tus brazos ese niño perdido.

Escrito por María González Torres. ©



martes, 16 de octubre de 2012

J'ai envie de toi.



Que quiero ver un futuro no muy lejano contigo. ¡Y por qué no, incluso uno lejano! Deseo con todas mis fuerzas pasar el día enredados en mi cama y por mucho que soplo pestañas nunca pasa nada... que creo que mi mundo se sostiene únicamente por esos dos pilares que tienes por piernas y mi punto de gravedad descansa en tu ombligo, que cada vez que sonríes me desmonto. Y es que pierdo la cabeza incluso por tus manías y soy fan de tus locuras. Que hasta el sonido de mi risa me recuerda a ti. Lo confieso, uno de mis mayores placeres es verte entrar desnudo en mi habitación y que inmediatamente te empieces a deslizar por mis sábanas. Quiero que te subas en el vaivén de mis caderas e ir a 150Km/h por ellas. Probar el sabor de mi desayuno favorito todas las mañanas. Saborearte. Desayunarte.

Que estuvieras aquí y el engranaje de ese estúpido reloj se parara...

Escrito por María González Torres. ©

domingo, 14 de octubre de 2012

Especialistas en dejar cosas a medias.


‎Fuimos a hacer el amor y parece que volvimos de la guerra... me sentí astronauta cuando me abriste la puerta, perdido en tus lunares, diciendo adios a la Tierra borrando en el felpudo el camino de migas para que nadie siga el rumbo que entreven tus piernas cuando caminas, punto a punto formando una línea, una recta entre tus curvas y mis indirectas con puntería...



Escrito por Rayden.

sábado, 6 de octubre de 2012

Vivimos (des)esperando.




Mi cuarto se ha vaciado, ya no hay mota de polvo. Entonces notas como explota tu cabeza, y es que desde que te fuiste duermo en tu lado de mi cama. Primavera en el desierto. Esto ha provocado que me haya quedado con 0 poemas de amor y miles de canciones desesperadas que tienen tu nombre. Estos días se me hace esdrújula la nostalgia, esta extrañamente acentuada. Y cuando te veo confundo gula con lujuria. Me gustaría sacarte el corazón simplemente para ver si estoy ahí dentro.

Escrito por María González Torres. ©

sábado, 22 de septiembre de 2012

Caricias, mordisquitos, susurros y piel de pollo..



Parece que se ha cerrado la caja de Pandora y justo detrás de ella se ha asomado una pequeña luciérnaga, un pequeño rallito de luz que tiene tu nombre. Becquer tampoco podía entenderlo, y ahora el poeta está triste. Es difícil el amor, la distancia y todas esas mierdas, supongo. Pero entonces me libero recordando tus uñas clavándose en mi espalda rasgando historias ya pasadas. Y ese cigarro después de habernos amado se vuelve lo más dulce del planeta. Noches de lunar en lunar, parando en coordenadas desordenadas. Y tu puta misma sonrisa torcida de siempre, mi favorita... 

Escrito por María González Torres. ©

domingo, 16 de septiembre de 2012

Magia para enamorar.



Aparece en el escenario un mago, firme, sereno. Se nota, sabe lo que hace. No para de intentar llamar la atención de su público gritando a toda voz. Y así lo consigue. Hace posible que miles de personas lo contemplen boquiabiertos. El gran mago comienza su obra pues. Decide nombrar a ésta “Magia para enamorar” y por lo tanto necesita una voluntaria. Se dispone a buscar entre las bocas abiertas a quien será su víctima y entre tanta gente se percata de que algo falla. Y allí la ve, al fondo del teatro, una joven muchacha anda distraída. El mago abrumado por esto intenta llamar su atención por todos los medios hasta que al fin lo consigue. Sin saberlo hasta ese momento, la que será su voluntaria, clava sus ojos en él. La chica asustada decide subir al escenario poco a poco, pero decide confiar en él, al fin y al cabo es un truco para enamorarse... Y en el amor, la confianza, es la clave. Cuando ya están ambos sobre el escenario, cuando ya se han convertido en los protagonistas de lo que ya es su historia, el mago empieza a hablar. “Como diría el gran Pablo Neruda para mi próximo truco necesito que me beses...” dice. Todos los espectadores observan, sin embargo, para ellos dos parece no haber nadie más en el teatro. Entonces, cuidadosamente y con todo el amor del mundo el mago la besa, un beso largo, un beso eterno. Y la magia empieza a surgir su efecto; el pulso se le acelera, el tiempo parece haberse parado y miles de mariposas han aparecido ahora en su estómago.

Basado en hechos reales (sólo ponle un poco de imaginación.)


Escrito por María González Torres. ©

lunes, 10 de septiembre de 2012

Pregúntale al polvo.





Mares de agua dulce por mis sábanas saladas, tormentas que bañan estaciones y paisajes que se unen entre horizontes, noches oscuras donde la luz de la luna hace que todo sea más bonito, mañanas que radian felicidad y que parece que logran parar el tiempo y así poder dejarse ser una misma, paraíso en el cual Eva no elegía a Adán, ni siquiera morder la manzana prohibida, ella prefería quedarse con la serpiente. Mariposas que provocan terremotos al otro lado del mundo como si de orgasmos se trataran. Tú. Provocador de mis terremotos. Ahora, piensa que el paisaje es tu cuerpo y todo lo que le rodea es el mío ya sea cubierto por pintura, saliva o lujuria. Que me da igual que seas el único que pueda entender estos versos porque quizás sólo estén escritos para ti.


Escrito por María González Torres. ©

sábado, 1 de septiembre de 2012

Mezclarnos en saliva.



Música, hasta eso me recuerda a ti. Que te has convertido en mis acordes, mis melodías y mi canción favorita. Siempre me he preguntado que si sería el ojalá de alguien, y esta historia está llena de ojalás, y de cosas por vivir. Que ganas de todo, de reír, de sentir, de acariciar, de gritar ¡ incluso de echar de menos! De trazar constelaciones uniendo los lunares de tu espalda, y decirle al mundo que hoy vive en nuestra cama. Pero ahora temo quedarme sorda, muda y sin fuerzas... Y en ese momento, justo en ese mismo instante donde parece que mi corazón se va a poner en huelga, llega un mensaje tuyo con un “ven.” y entonces sonrío... Sólo para ti.


Escrito por María González Torres. ©

viernes, 24 de agosto de 2012

Es jodidamente difícil quererte.


Nadaba en su río cuando me perdí en su delta. Me revienta toda esta situación por no poder llamarte en cualquier momento y decirte “ me apeteces, baja y si quieres te lo cuento”. Eres de ese tipo de personas que son gente especial sin efectos especiales, y eso me encanta. Me he dado cuenta, tus ojos son mucho más grandes ahora. Por eso espero que seas capaz de ver todo esto, porque de eso se trata, de ser capaz. Yo sólo quiero que si tiramos la toalla sea para ducharnos juntos y durante horas ver lluvias de estrellas fugaces en mi habitación. Que desaparezca esa puta sensación de frío que me da cuando sé que algo va mal... Vuelve a pedirme que me quede en tu cama. Llévame a la luna, pero que esté llena y eso si...¡de cosas buenas, claro!

En busca de tus respuestas perfectas...


Escrito por María González Torres. ©

miércoles, 22 de agosto de 2012

Papá.



A veces sentimos esa extraña sensación, esa nostalgia. Yo me siento ahora así. Necesito que alguien venga y me llame Mariquilla, venga y aunque este cansado tenga una sonrisa para mí, necesito esa persona que me dice todas las cosas que hago mal y muy pocas veces las que hago bien, necesito esa persona que cuando se enfada conmigo a los cinco minutos me esta comiendo a besos, necesito poder tirarme encima tuya y estarme ahí horas y que lo único de lo que te quejes sea de que no me apoye en tu estómago, necesito oír esos “tú puedes, sé que puedes.” Y ahora lo necesito más que nunca, necesito poder, necesito esa persona que abre las puertas detrás de un portazo, necesito esa persona que pase lo que pase sabe cuando estoy mal y cuando estoy bien y me intenta hacer creer que no lo sabe, necesito esa persona que me llama pequeñaja y me hace sentir que nunca voy a crecer, te necesito.


Escrito por María González Torres. ©

jueves, 16 de agosto de 2012

Sólo hasta que pase la tormenta.



Heridas del corazón que no se curan ni con todo el alcohol de los bares. Estoy pensando en irme y llegar, me da igual el lugar, simplemente debe ser un lugar tan vacío que no haya nada que pueda traer tu recuerdo. Y es que nunca creí tanto en la teoría del caos. En que si algo puede salir mal, saldrá mal. En Murphy. Que sé lo que es sentirte el ser más pequeño del universo. Eran tus dedos los que movían mis hilos, y ahora... ¡joder, me siento atada! Y parecía fácil recorrerse la ciudad en busca de tus ojos. Pero me he quedado ciega, y mi cuerpo cojo.


Escrito por María González Torres. ©

domingo, 12 de agosto de 2012

Miedos.


Todos en algún momento de nuestra vida hemos sentido miedo. Yo, por ejemplo, siempre he tenido miedo a que por la noche cuando esté durmiendo algo toque mis pies. Diréis que es normal. Pero llega a ser excesivo, a no poder dejar un pie destapado. Alguna vez en nuestra vida hemos sentido un miedo así. Pero no me refiero a estos miedos que al fin y al cabo son sólo tonterías. Me refiero a los miedos en realidad. Miedo a que las cosas dejen de ir bien. A quedarte sólo, sin nadie a quien llamar, en quien confiar. Miedo a no volver a ver el verde de tus ojos. Miedo a equivocarse. Miedo a amar.

¿Sabéis? Mi padre tiene la extraña manía de despertarme haciéndome cosquillas en los pies. ¿Qué tiene que ver esto? Preguntareis. Pero es que a veces merece la pena arriesgarse. A veces un miedo puede convertirse en una cosa maravillosa.



Escrito por María González Torres. ©

martes, 31 de julio de 2012

You leave me breathless.




Simplemente, nunca dejes de decirme que me harías el amor a todas horas. Apuesta al rojo carmín de mi boca. Finjamos un secuestro. Arriesgate. Quizás no te deje pedir un rescate. Bésame. Llámame sin "ll". Fuma de mi humo. Voy a vivir cada segundo. No me prometas la luna, a mí, me sabe a poco. La gente seguía hablando del frío Siberiano, normal, no sabían que la primavera vivía en tus ojos. Yo aquí muriendo por tus labios y el mundo diciendo el sol ya viene...


Escrito por María González Torres. ©

jueves, 19 de julio de 2012

Y siento por segundos que me caigo al suelo...



Por mi tripa. Lugar donde puedo sentirte cada día. El amor se siente en el estómago donde notamos esas primeras mariposas. Esos nervios cuando vas a verle, o simplemente cuando hablas con él. Zona donde deseas que sus labios recorran tres mil laberintos. Donde te gusta que sus dedos caminen esos centímetros una y otra vez, a veces, incluso, parecen kilómetros. Sólo hacer alguna pausa en tus lunares para respirar y al final soltar todo el aire en un suspiro o una carcajada. Me encantaría que mi ombligo fuera el centro de tu universo, y la respuesta a todas tus preguntas. Que si algún día decides marchar(te) hazme un favor...llévate mi piel, así no podré seguir tu huella.



Escrito por María González Torres. ©

miércoles, 11 de julio de 2012

Hermanas con distinta sangre.


Algo tan simple como el número IV para mí es mucho más que eso. Son recuerdos, muchísimos recuerdos. Porque sí, porque están en todos mis momentos, en los malos y en los buenos. Que si algún día les falto no será porque yo quiera, que si algún día me faltan... ¡Qué no me falten nunca! Cada parte de mi cuerpo lleva vivencias que he pasado con ellas, cada una de mis palabras llevan rasgos suyos, todos mis hechos quizás sean gracias a lo que he pasado con ellas. Sé que cuando estoy en lo cierto ellas están ahí para apoyarme y cuando erro ellas van a aconsejarme. Cuando en ocasiones creo que caigo al suelo ahí están ellas para evitarlo, o si finalmente lo hago...ayudan a que me levante. Son causantes de casi todas mis sonrisas y por las que me levanto cada día. Todas las palabras se me quedan cortas para explicarlo. Son las personas por las que me quemaría la mano, me cortaría un brazo y me jugaría la vida. No hace falta decir un "siempre" es algo que ya damos por hecho. Gracias por darme tanto, porque no soy capaz de recordar como era mi vida sin vosotras, sin ellas. Mis mejores amigas, mis hermanas.


Escrito por María González Torres. ©

viernes, 29 de junio de 2012

H e r o.




Siempre fui un poco como el hemisferio izquierdo del cerebro, la parte controladora, la parte que se guía por la lógica. Siempre haciendo lo correcto, paso a paso, número a número, letra a letra. Formar las palabras, las frases y con ellas los textos donde plasmo mis días, mis pensamientos, mi vida. A veces me gustaría ser más esa parte derecha, ese “perder el norte”, ese mítico “dejarse llevar”. Pero aquí sigo encerrada en mi lúgubre cajita de cerillas, ahogando el tiempo por no dar pasos de gigantes que puedan sacarme de aquí. Pero es que ya me canso de pedirte que me salves...Intento mantenerme, agoto palabras. Clara sensación de cansancio hasta que vuelve a pasar cerca de mí tu olor. Y aún me preguntas por qué me quedo mirándote con esa cara de gilipollas...


Escrito por María González Torres. ©

viernes, 22 de junio de 2012

Mirarte a los ojos y decirte que antes de rendirnos fuimos eternos.




Gracias por haber sido enorme, por haber sido siempre tu mismo, pero hoy no encuentro razones para quedarme. Nos han robado las estrellas, y todo parece ser que ha cambiado. Que ni yo fui tan mala ni tu tan bueno. Será que mi piel de gallina ya no responde al verte llegar, que ya oigo muy lejos tus “esta mañana estás más bonita que nunca”. Me prometiste 7 horas en el cielo de Madrid, y aquí nos tienes, que si hubiésemos sido gatos se nos hubieran agotado las 7 vidas. Tendremos que ir buscando clavos para ver si conseguimos sacar este, anclado fuerte. Y es que quitándole la pila al reloj no matarás el tiempo...lástima que no pudimos ser inmortales, que no pudo ser infinito.

Escrito por María González Torres. ©

sábado, 16 de junio de 2012

Documento Nacional de Identidad.



Se apagan las horas de este reloj que ya no late por este mundo en el que vivimos donde parafraseando a Darwin aquí sobrevive el más fuerte, lástima que nosotros nos empeñemos en luchar unos contra otros para conseguir esto. Y es que los oídos no sirven de nada a un cerebro sordo. Mundo en el que las piscinas se llenan de intentos de supermodelo, quizás la superficialidad se haya comido al planeta. Familias que no tienen ni para comer y que por mucho que lo intenten es sólo buscar batallas por encontrar una victoria, la cual, nunca llega. Terroristas que se creen que pueden conseguirlo todo gracias a la palabra miedo. Políticos que mienten más que hablan. Bombas de “humo” que ciegan la ciudad. Cruces de cables que acaban en muertes...

Pero fíjate si el mundo está loco, que a pesar de todo esto, yo sigo aquí buscándote a ti. Eso si que es terrorismo emocional.


Escrito por María González Torres. ©

lunes, 11 de junio de 2012

I'm fucked up.



Cuando quiere llover y no llueve, uno desea que, aunque jamás vaya a ser a gusto de todos, descargue ya violentamente o que suene de una vez un rayo de sol, pero que por favor el clima se defina en toda su contundencia.

Como aseguran los expertos, cualquier ambigüedad, empezando por la meteorología, es el principio de toda ansiedad. Y a mí, ésta casi me está matando la última oportunidad de pedirte perdón. El mundo a punto de todo, las cosas a medio sentir y yo con estos celos. Celos de no estar contigo, de no verte mucho más. Celos de no sentirte mucho menos. Celos absurdos incluso antes de estar en celo. Celos humanos de ti, divina. Y mientras siembro este sinsentido, una borrasca cíclica y anticiclónica anticipa litros de chubascos bajo ese par de pupilas tuyas rodeadas de nubes. Mientras me expongo a tanta inclemencia, marejada tú de tanta discusión, crecen bucles de inestabilidad con tendencia a cualquier cosa menos a desaparecer. Todo esto cuando quiere llover y no llueve. Todo esto cuando quiero querer y no quieres. Cuando te estoy suplicando que te quedes…y ya hace rato que te vas.



 Risto Mejide.



jueves, 7 de junio de 2012

Siempre quise entrar desnuda en tu habitación.


Hace ya mucho tiempo que llueve. Llueve y llueve sin parar...la lluvia mojando mi cuerpo, mis ojos y mis ganas de ti. A veces, incluso había tormenta...unas tormentas enormes...que inundaban allí por donde pasaban. Los rayos cegaban todos los demás pensamientos y los truenos hacían que no escuchara más allá de tus palabras. Aprendí a bailar bajo la lluvia, a saber convivir con ella...contigo, pero sin ti. Hasta que un día la lluvia empezó a bajar su intensidad...el cielo se fue despejando, y veía más allá. Mis cinco sentidos iban resucitando y mi cuerpo se iba secando. Es cierto, a veces chispeaba...a veces parecía que iba a volver tu presencia y con ella todo ese remojón de sentimientos, pero no, hasta aquí. Me he dado cuenta de que no puedo vivir eternamente bajo la lluvia, no si ahí abajo sólo estoy yo. He visto más allá de estas nubes negras y más allá no estás tú. Se acabo la lluvia, se acabo nuestra/mi historia. Un año bajo la lluvia...no más.


Escrito por María González Torres. ©


viernes, 1 de junio de 2012

Stand by (me).



Mantenerme en stand by donde tantas veces hemos estado tú y yo. Debo reprimir las ganas. Comerme los besos. Borrar las miradas. Reabsorber las caricias. Difuminar las sonrisas. Tragarme las palabras. Quemarme las entrañas...Reordenar mariposas vomitando recuerdos. Desnudemos nuestras dudas, porque incluso cuando era tripulante del mar en llamas ahí estabas tú...Mi talón de Aquiles, siempre.

Escrito por María González Torres. ©

jueves, 24 de mayo de 2012

Del amor en general, de ti en particular.




Entre tu y yo era invierno y faltaban varios meses todavía. Se escondía marzo tras los muros y el amor era un futbolista brasileño experto en el regate, que fintaba y nos hacia tropezar torpemente. Pero hubo desalojo inmediato, sacamos a rastras al malhumor de nuestras casas y comenzamos a escribir mensajes en lugar de borrarlos y el zapato de cristal resultó ser tuyo y todo se convirtió en una fábula y los dos, embobados, nos hinchamos a perdices y a follar y todas esas cosas que dicen que no se deben contar en un poema.
En resumen, que me muero por tu boca, que te mueres por mis ojos.

Marwan.



sábado, 19 de mayo de 2012

Because maybe...




Siendo sinceros si sobrevivo es gracias a cada uno de sus pestañeos, creo que mi corazón va al ritmo de sus carcajadas desde que le conocí. Siento deciros que cada parte de su cuerpo está llena de miradas mías. Su voz hace eco en mi cabeza. Me quedo rendida a ese puto milagro que supone que él exista. Quiero hacer ruido en sus comisuras, dar pasos de astronauta por sus lunares, hacer infinito lo efímero. Podríamos conocer nuestras respiraciones. Olvidar los “te echo de menos”. Callar los celos. Cultivar el “querer es poder”. Pero yo sólo te pido una cosa...Sálvame, quizás seas el único que puede hacerlo.


Escrito por María González Torres.

lunes, 14 de mayo de 2012

¿A qué son bailan tus caderas?


Una mañana, risas, una mirada, una sonrisa, palabras, un mordisco, varios, roces, te muerdes el labio inferior... más besos. Intentos de retenerme. Mensajes, ganas el uno del otro. Ganas de ti. Sueños. Esperanza. /JODER, no estás. Recuerdos... Palabras que se las lleva el viento. Desgana, desilusión y desesperación. Pensamientos rallados, muy rallados. Ganas máximas de ti.


Escrito por María González Torres. ©

viernes, 4 de mayo de 2012

Los días sin ti serían precipicios.




"Te garantizo que habrá épocas difíciles y te garantizo que en algún momento uno de los dos o los dos querremos dejarlo todo, pero también te garantizo que si no te pido que seas mío me arrepentiré durante el resto de mi vida porque sé en lo más profundo de mi ser que estás hecho para mí".  


Novia a la fuga.

lunes, 30 de abril de 2012

Canciones de amor para corazones con odio.


Creo que es oficial. Estoy enamorado de Summer. Me encanta su sonrisa, su pelo, sus rodillas. Adoro la marca de nacimiento en forma de corazón que tiene en su cuello, cómo lame sus labios antes de hablar algunas veces. O el sonido de su risa, que es como cuando estás dormido. Escucho una canción de amor cada vez que pienso en ella. Me encanta cómo me hace sentir. Como si todo fuera posible, como... como si la vida valiese la pena. 

Odio a Summer. Odio sus dientes torcidos, su peinado de 1960, odio sus rodillas huesudas, odio su lunar en el cuello que parece una cucaracha, odio la forma en que se moja los labios antes de hablar. Odio el sonido de su risa. ¡Odio esta canción!


500 días juntos.

martes, 24 de abril de 2012

Young, wild and free. ∞


Déjame esnifar tu sexo, háblame con los ojos, susúrrame con la pupila. Rodéate de un velo que cubra de calor todo tu cuerpo. Mátame con la mirada, revíveme con tus labios, déjame beber de tu lengua. Déjame que me enloquezca en mi locura rozándote, acariciando tu cuello. Permíteme que poco a poco me eleve llevándote a las nubes conmigo. Permíteme que convierta mi texto en acción, permíteme que las metáforas se hagan realidad. Déjame que tu realidad sea la locura de mi cuerpo, déjame hundirme en tu pecho. Déjame entrar en tus ojos, recostarme en tus pupilas, que el aire que desprenden tus párpados al abrir y cerrar, junto a las lágrimas que esconden formen una corriente de aire marino que me haga sentir vivo de nuevo. Ven, déjame que me pierda en tu mirada. Mírame de tal manera que sin abrir la boca me pidas que te la cierre, que te robe uno y mil besos, que permita dejar expresarse el corazón a través de los labios.


Escrito por Nacho Vigniatti.

domingo, 22 de abril de 2012

Trocito de cielo particular.





Sé que nunca he tenido el valor para ir a buscarte, sabiendo que si fuera podría escuchar de tu boca un “¿por qué has tardado tanto?” Creo que a veces contra el amor lo más sabio es beber insecticida cuando se empiezan a sentir mariposas en el estómago, evitaría bastantes problemas. Quizás nunca he ido a buscarte porque no quiero que me digas "te echo de menos", quiero que me digas "estoy en la puerta, salte". Pero a pesar de todo pienso, “joder, qué buen insomnio si me desvelará sobre tu cuerpo” y a la mierda con la autodestrucción... porque creo que no hay nada mejor que los besos robados en los portales, perfectos, fugaces y eso sólo quiero que me lo des tú. Porque eres distinto, porque esperas encontrar cisnes en las piscinas municipales, porque cuando me conociste lo primero que me preguntaste fue que si alguna vez había ido a las nubes y eso es algo que no me había preguntado nunca nadie. Ahora es cuando lo entiendo. Vivo allí desde que te conocí.


Escrito por María González Torres.

martes, 17 de abril de 2012

Piedra, papel o tijera.


—Vale, te he echado de menos. No en plan "vamos a enrollarnos", ni siquiera en plan "voy a perdonarte". Sólo en plan "te he echado de menos".
—Me conformo con eso.


Como conocí a vuestra madre.


sábado, 14 de abril de 2012

Perdidas de memoria.




El mundo va al revés cuando te digo que te vayas, que no quiero volver a verte y que ojalá no te hubiera conocido nunca. Intento dejar cada recuerdo colgado en el perchero cada vez que salgo de casa y a veces te juro que hasta lo consigo pero siempre vuelvo a casa y ahí siguen colgados. Colgada me quedé yo de ti la primera vez que te vi sonreír, no sabes la envidia que tengo a la gente que aun no la ha visto y puede sentir esa sensación que yo tuve. Respiro hondo. Y otra vez esa puta canción que me obliga a recordarte...que no, que nunca había llorado tantísimo con una canción. “Perdóname por todas las cosas que he hecho, prometo dar lo mejor de mí.” dice. Lo prometo.



Escrito por María González Torres. ©

miércoles, 11 de abril de 2012

Porque si algún día perdieras la memoria, yo me encargaría de ser cada uno de tus recuerdos.




                  Tú me has aceptado tal y como soy y no tal como esperabas que fuera.

Mi teoría es que esos momentos impactantes, esos destellos que ponen patas arriba nuestras vidas, son los que acaban definiendo quienes somos. La cuestión es que cada uno de nosotros es la suma de todos los momentos que hemos experimentado con todas las personas que hemos conocido. Un momento de amor total, físico, mental y de cualquier otro tipo de amor. Pues esa es mi teoría, que esos momentos impactantes definen quienes somos. Lo que nunca me había planteado es si algún día no recuerdas ninguno de ellos.


Todos los días de mi vida.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos.



“Hacer el amor con una mujer y dormir con una mujer son dos pasiones no solo distintas, sino casi contradictorias. El amor no se manifiesta en el deseo de acostarse con alguien (este deseo se produce en relación con una cantidad innumerable de mujeres), sino en el deseo de dormir junto a alguien (este deseo se produce en relación con una única mujer).”


-La insoportable levedad del tiempo. Milan Kundera.

lunes, 19 de marzo de 2012

Sueños de un hombre despierto.



No te detengas, nunca pares, ven conmigo. Seamos nosotros la fiesta, los invitados, las copas y el champán con que brindemos esta noche.


Marwan.

domingo, 11 de marzo de 2012

And I will try to fix you.








-Necesitaba huir de todo menos de ti. Que podía estar acabándose el mundo que si tú estabas conmigo me daba igual. Por eso he vuelto. Únicamente para ti, ahora, necesito que me ayudes. Y que nunca me dejes sola. Yo prometo no volver a irme nunca más. Venga, déjame entrar. Te necesito. Y es que cuando tú me faltas... todo me sobra.
+Uhhmmm, está bien. Puedes ser mi pijama.







Escrito por María González Torres ©.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Aunque tú no vengas...


Que va a ser de mí cuando venga tu recuerdo. Iré a buscarte a los sitios acordados, aunque tú no vengas. Aunque me hayas olvidado. Te recordaré mirando  fotografías que nunca nos hicimos. Maldeciré a las que ahora abrazas. Odiaré a más no poder tu risa, todo lo que nos dijimos, nuestra despedida. Dudo que en ningún lugar me puedan servir todo el alcohol que necesito para olvidar-te.

Escrito por María González Torres ©. 

domingo, 4 de marzo de 2012

No necesito mapa para llegar a tu cuerpo.



-Creo que si un día llegará a quedar contigo, me enamoraría de ti. Aunque no debería decirte esto. Quizás ahora te asustes...
+Yo no quiero que te enamores de mí.
-¿Ves?
+No es eso, simplemente creo que si yo me metiera en tu vida, la descarrilaría.
-La línea férrea que sale de Madrid y muere en tu ciudad pasa por mi pueblo, a 50 metros de mi casa.
+Y, ¿qué me quieres decir con eso?
-Es una señal, no hay descarrilamiento... Nos unen.




Escrito por María González Torres.©

jueves, 1 de marzo de 2012

Hoy ceno contigo, hoy revolución.


Hoy el mundo gira inverso, verso espeso como todos esos besos que te debo. Un amor en el recuerdo, yo soy el tiempo que no tengo para echar cosas de menos. A donde voy es una incógnita que el viento no resuelve, el cariño que no vuelve y todo es confiar del “siempre”. La vida está pasando como una persecución, seguir adelante y no mirar nunca hacia atrás es la primera condición y alguien me dijo “chica, llegará otro hombre que le de nombre a tus recuerdos” Y le creo. Nada que perder, no quedan ganas sólo tengo la duda del deseo que pediste cuando soplaste mi llama.



Shuly.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Instrucciones para salvar el odio eternamente.




La mayor parte de las canciones de amor están llenas de mentiras. Pero no todas. Hay que ser honesto. Pero por lo general se suele decir lo que ella quiere escuchar, para seducirla, o yo que sé. Claro que ella no siempre está por la labor de creérselas, eso es lo chungo, claro. Pero ¿quién no ha mentido alguna vez, verdad? Muchas despedidas están llenas de mentiras banas, yo estoy seguro de que en alguna de ellas vosotros habéis mentido. Quién no haya mentido, quién esté libre de culpa que tire la primera piedra. Pero que no tire a dar. Sí porque las despedidas tienen un protocolo que hace necesario mentir para no sentirse culpable del fracaso que supone que el amor se acabe. ¿Sabéis que es lo peor del amor cuando se acaba? Que se acaba. Y aun así nosotros intentamos eludir la culpa. Y seguimos mintiendo y somos capaces de ir más allá y decimos “No te preocupes ¿vale? Si yo, yo estaré bien. Lo que quiero, lo que siempre he querido es que seas feliz. Y además el tío con el que te vas es un tío de puta madre.” Y bueno, tú y yo sabemos, que es un “pringao”. Joder macho. Y no van a durar ni dos meses y más con el carácter que tiene ella. Pero aun así decimos que es un tío que te cagas, o un buen hombre. Que también jode lo suyo porque no se sabe lo que estás diciendo, un buen hombre...hay ahí rintintín... ¿verdad? No digáis de mí nunca que soy un buen hombre por favor, decir que soy un “troncazo”, “enrollao”, un “pringuis” de la vida... pero un buen hombre...No. Y nos estaremos preguntando; ¿la llevará a los mismos sitios dónde te llevaba a ti?¿Dirá las mismas mentiras?¿Se enfadarán por las mismas cosas? Y lo que es peor si se reconciliarán de la misma forma... Y te devanas los sesos preguntándote que ocurrirá y qué pasará... y en fin...Pero ya está bien. Si ella se va. Cultivemos el odio, declaremos la guerra. Porque... No sé, quizás nos sintamos mejor, aunque yo creo que no. Yo creo que como todas las canciones de amor, ésta, también esta llena de mentiras. Y cuando decimos si ella se va, lo que queremos decir es que si se va no sea muy lejos ni por mucho tiempo.



Ismael Serrano. Grande.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Sobre mi cama.


Quiero un monstruo que viva sobre mi cama, no debajo. Que utilice su fuerza para quererme más y más. Que me quiera comer, pero a besos y se ponga furioso porque quiera pasar 25 horas del día conmigo. Que sea enorme para sentirme protegida y sólo enseñe los dientes cuando le haga reír. Quiero que le brillen los ojos en la oscuridad porque está enamorado y que los únicos rugidos que de sea porque está haciendo el amor conmigo. Quiero que me arañe el alma y me muerda simplemente para ver como se me pone mi piel de gallina. Me temblarán las piernas nada más sentir que está cerca, pero no querré que se vaya nunca. Quiero un monstruo sobre mi cama.


Escrito por María González Torres. ©

domingo, 29 de enero de 2012

Lo que me gusta.


Me sabes llevar desenfrenado y sin pensar.
Despertarme de la cama y ver que estás, me conquistes cada día un poco más. Cada noche en la puerta de tu portal me gusta que des la vuelta y que al girar me vigiles por si acaso vuelvo a atrás, sonreírte y decirte esta noche contigo ha sido genial.

Hacer esquí en cada esquina de tu cuerpo, quiero enamorarme de su piel el primer día, sentados en un banco dormir en su barriga. Que me hable y no me escuche, sólo me quiera besar. Aun no te conozco y ya te quiero.

Quiero que escapes del mundo conmigo, vámonos a marte.

sábado, 28 de enero de 2012

Quédate conmigo, ahora más que nunca.


Como jode echar de menos cuando tienes "cerca" todo lo que crees tener lejos, cuando los de siempre, los de toda la vida empiezan a desaparecer, entonces es cuando estás perdido. Y piensas, ¿qué ha pasado para haber llegado a esta puta situación? y sobre todo ¿cómo cojones se vuelve a lo que se era antes? No creo que sea yo la que  haya cambiado, quizás sí, pero nuestros caminos se separan y siento que soy la única que ya, a estas alturas, echa de menos. Y ver que esa persona que siempre cuando has mirado ha estado, siempre ahí, a tu lado, ahora cuesta ver donde está, por más que la buscas no la encuentras y tienes miedo de que quizás algún día ya no consigas saber donde se ha metido. Porque quizás eso que decíamos de pequeñas "somos diferentes pero en el fondo somos iguales, y nos aportamos lo que nos falta la una a la otra" quizás no sea cierto, a lo mejor somos tan sumamente diferentes que no haya forma de que compenetremos o quizás simplemente hoy te note más lejos que nunca. Te echo de menos, y me apetece luchar, enserio. Pero yo sola no puedo. Necesito que estés, una vez más, al otro lado cuando yo miro.


María González Torres. ©