miércoles, 14 de agosto de 2013

Dame co-razones.




He aquí mi declaración de intenciones,
tómatela como quieras.

Dame razones para llenar este vacío. Sé los músicos del Titanic cuando la multitud sólo sepa correr, mi jaque mate en mitad de la partida. Conviértete en mi reloj de arena cuando lo que necesite sea tiempo, y en mi nación cuando esté perdida. Revolucióname, pero sé mi bandera blanca cuando necesite una tregua. Sé mi próximo verano, mis buenos días, mis buenas noches y mis días completos. Sé mis dulces huesos, o mis dulces sueños. Cumple lo no prometido. Sé caótico incluso fuera de mi orden. Procura ser el dónde que coincida con el cuándo. Sé mi café sin azúcar, sin aliento. Baílame (aunque no sea el agua). Conviértete en el chico bipolar de la azotea, en el monstruo sobre mi cama, en el repartidor de estrellas fugaces en mi habitación. Sé mi chico del metro, sé mi Serendipity.


Simplemente sé, como tú quieras, pero sé (que del resto ya me encargo yo.)

Escrito por María González Torres. ©