viernes, 29 de junio de 2012

H e r o.




Siempre fui un poco como el hemisferio izquierdo del cerebro, la parte controladora, la parte que se guía por la lógica. Siempre haciendo lo correcto, paso a paso, número a número, letra a letra. Formar las palabras, las frases y con ellas los textos donde plasmo mis días, mis pensamientos, mi vida. A veces me gustaría ser más esa parte derecha, ese “perder el norte”, ese mítico “dejarse llevar”. Pero aquí sigo encerrada en mi lúgubre cajita de cerillas, ahogando el tiempo por no dar pasos de gigantes que puedan sacarme de aquí. Pero es que ya me canso de pedirte que me salves...Intento mantenerme, agoto palabras. Clara sensación de cansancio hasta que vuelve a pasar cerca de mí tu olor. Y aún me preguntas por qué me quedo mirándote con esa cara de gilipollas...


Escrito por María González Torres. ©

viernes, 22 de junio de 2012

Mirarte a los ojos y decirte que antes de rendirnos fuimos eternos.




Gracias por haber sido enorme, por haber sido siempre tu mismo, pero hoy no encuentro razones para quedarme. Nos han robado las estrellas, y todo parece ser que ha cambiado. Que ni yo fui tan mala ni tu tan bueno. Será que mi piel de gallina ya no responde al verte llegar, que ya oigo muy lejos tus “esta mañana estás más bonita que nunca”. Me prometiste 7 horas en el cielo de Madrid, y aquí nos tienes, que si hubiésemos sido gatos se nos hubieran agotado las 7 vidas. Tendremos que ir buscando clavos para ver si conseguimos sacar este, anclado fuerte. Y es que quitándole la pila al reloj no matarás el tiempo...lástima que no pudimos ser inmortales, que no pudo ser infinito.

Escrito por María González Torres. ©

sábado, 16 de junio de 2012

Documento Nacional de Identidad.



Se apagan las horas de este reloj que ya no late por este mundo en el que vivimos donde parafraseando a Darwin aquí sobrevive el más fuerte, lástima que nosotros nos empeñemos en luchar unos contra otros para conseguir esto. Y es que los oídos no sirven de nada a un cerebro sordo. Mundo en el que las piscinas se llenan de intentos de supermodelo, quizás la superficialidad se haya comido al planeta. Familias que no tienen ni para comer y que por mucho que lo intenten es sólo buscar batallas por encontrar una victoria, la cual, nunca llega. Terroristas que se creen que pueden conseguirlo todo gracias a la palabra miedo. Políticos que mienten más que hablan. Bombas de “humo” que ciegan la ciudad. Cruces de cables que acaban en muertes...

Pero fíjate si el mundo está loco, que a pesar de todo esto, yo sigo aquí buscándote a ti. Eso si que es terrorismo emocional.


Escrito por María González Torres. ©

lunes, 11 de junio de 2012

I'm fucked up.



Cuando quiere llover y no llueve, uno desea que, aunque jamás vaya a ser a gusto de todos, descargue ya violentamente o que suene de una vez un rayo de sol, pero que por favor el clima se defina en toda su contundencia.

Como aseguran los expertos, cualquier ambigüedad, empezando por la meteorología, es el principio de toda ansiedad. Y a mí, ésta casi me está matando la última oportunidad de pedirte perdón. El mundo a punto de todo, las cosas a medio sentir y yo con estos celos. Celos de no estar contigo, de no verte mucho más. Celos de no sentirte mucho menos. Celos absurdos incluso antes de estar en celo. Celos humanos de ti, divina. Y mientras siembro este sinsentido, una borrasca cíclica y anticiclónica anticipa litros de chubascos bajo ese par de pupilas tuyas rodeadas de nubes. Mientras me expongo a tanta inclemencia, marejada tú de tanta discusión, crecen bucles de inestabilidad con tendencia a cualquier cosa menos a desaparecer. Todo esto cuando quiere llover y no llueve. Todo esto cuando quiero querer y no quieres. Cuando te estoy suplicando que te quedes…y ya hace rato que te vas.



 Risto Mejide.



jueves, 7 de junio de 2012

Siempre quise entrar desnuda en tu habitación.


Hace ya mucho tiempo que llueve. Llueve y llueve sin parar...la lluvia mojando mi cuerpo, mis ojos y mis ganas de ti. A veces, incluso había tormenta...unas tormentas enormes...que inundaban allí por donde pasaban. Los rayos cegaban todos los demás pensamientos y los truenos hacían que no escuchara más allá de tus palabras. Aprendí a bailar bajo la lluvia, a saber convivir con ella...contigo, pero sin ti. Hasta que un día la lluvia empezó a bajar su intensidad...el cielo se fue despejando, y veía más allá. Mis cinco sentidos iban resucitando y mi cuerpo se iba secando. Es cierto, a veces chispeaba...a veces parecía que iba a volver tu presencia y con ella todo ese remojón de sentimientos, pero no, hasta aquí. Me he dado cuenta de que no puedo vivir eternamente bajo la lluvia, no si ahí abajo sólo estoy yo. He visto más allá de estas nubes negras y más allá no estás tú. Se acabo la lluvia, se acabo nuestra/mi historia. Un año bajo la lluvia...no más.


Escrito por María González Torres. ©


viernes, 1 de junio de 2012

Stand by (me).



Mantenerme en stand by donde tantas veces hemos estado tú y yo. Debo reprimir las ganas. Comerme los besos. Borrar las miradas. Reabsorber las caricias. Difuminar las sonrisas. Tragarme las palabras. Quemarme las entrañas...Reordenar mariposas vomitando recuerdos. Desnudemos nuestras dudas, porque incluso cuando era tripulante del mar en llamas ahí estabas tú...Mi talón de Aquiles, siempre.

Escrito por María González Torres. ©