miércoles, 13 de julio de 2011

Que aun estás, que nunca te irás.

Hagamos un trato; yo te llevo el desayuno a la cama, no digo una vez ¿eh?, digo todos los días de mi vida. ¿Fútbol? Lo justo. Algún partidillo, poco más. Y te prometo que jamás tendré tripa. A cambio de eso no te pido nada, simplemente, que estés conmigo. Ese es el trato.

Hagamos un trato; para mí serás siempre una princesa. Te enseñaré las vocales, y los colores... Me haré la dormida cuando llegues tarde. Te haré patatas fritas muchos días y tartas de limón los cumples. A cambio de eso, yo no te pido nada, simplemente, que estés conmigo. Ese es el trato.

Hagamos un trato; yo me sigo riendo de los chistes de Fede aunque no tengan ninguna gracia y aguantaré todas las coñas sobre mi hermana. A cambio de eso, yo no os pido nada, simplemente, que esteís conmigo. Ese es el trato.

Hagamos un trato; yo me sigo haciendo la tonta cada vez que algo no te guste. Siempre dejaré que me calles la boca con cada beso, se me seguirá poniendo la piel de gallina con cada caricia. A cambio de eso, yo no te pido nada, simplemente, que estés conmigo. Ese es el trato.




Escrito por María González Torres. ©