viernes, 30 de noviembre de 2012

Mis 1000 y última pesadilla.




Se me olvido hacer sonrisas y mariposas ahora salen volando. Quizás es que no sea asunto tuyo salvarme o es que quizás no sé si me encuentro vacía o llena de nada con tus ojos de amor que ya no aman. Me sumerjo en la bañera junto a todos mis miedos notando poco a poco como me parto en dos, porque sólo tú podías verme cuando era invisible y joder... lo que daría ahora por un segundo en tu mirada, porque me llames algún día y me digas que me echas de menos. Entretanto, aquí sigue creciendo mi caja de “cosas por decirte”.Tampoco sé cuantas veces habré estado en huelga de ti y aunque ya no nos bebamos aún me duran tus resacas. Pero tranquilo, que yo mientras pueda seguiré matando monstruos por ti.


Escrito por María González Torres. ©

lunes, 12 de noviembre de 2012

El amor como ciencia.


Nunca se me dieron bien los cálculos rápidos pero en esta ecuación lo que importa no es la velocidad. Mi problema es que tampoco controlo ni el espacio ni el tiempo en dicha ecuación. No estamos hechos de átomos sino de historias. Eres esa sustancia desconocida que hace que este cálculo este elevado a pensamientos que nadie consigue descifrar. Y si lo nuestro es química espero que la reacción entre tú y yo nunca sea reversible y que en su mayoría se encuentre en equilibrio. Nos atraemos y repelamos en la misma medida pero cada 2 por 3 se nos aceleran las pulsaciones por minuto. Derivamos en unas ganas máximas el uno del otro, lástima que haya demasiadas variables en esta ciencia. Hemos sumado muy pocos momentos y eso multiplica mis “te echo de menos”. La incógnita de a donde vamos no la resuelve el viento, y he perdido la cuenta de los besos que te debo. 

Pero es sólo una hipótesis...

Escrito por María González Torres ©.





miércoles, 7 de noviembre de 2012

Odio las despedidas.



Besos de estación, lentos. Si no fuesen los últimos del año que me das, si no tuviera que esperar tantos meses más, si supieran a reencuentro y no a despedida... Desapareciste en el último metro, pudiéndote haber quedado en la parada de mi cintura. Esos momentos en los que desearías darte la vuelta y volver a besarle. Que para que el poeta dijera que cambiaba la primavera por una mirada de sus ojos... y lo que daría yo ahora por volver a mirarte. Como te pareces ahora a la palabra melancolía...

Escrito por María González Torres. ©

jueves, 1 de noviembre de 2012

Agotada.



Agotamiento: Dícese del estado de cansancio extremo. Consumo de algo hasta acabar completamente con ello. Deterioro, decadencia, perdida de fuerza o importancia. También dicen que los amigos se cuentan con los dedos de una mano (y sobran), que los “son inseparables” están de más, que los siempre están sobrevalorados, que si te juegas la mano por alguien seguramente la pierdas y que las palabras se las lleva el viento... Yo no creo en nada de esto, bueno, más bien no quiero creer en esto...pero, es que, aún no te has ido y yo ya hace tiempo que te echo de menos.


Escrito por María González Torres. ©