Ayer, por casualidad, llevaba esta camiseta de cuando hice la carrera de Bioquímica, la típica camiseta que llevábamos en las fiestas de la universidad. Por cosas del azar, esta tenía la frase “lo que no te mata, te muta”. Yo, me encontraba en mi cuarentena haciendo mascarillas con mi madre para los hospitales más cercanos y que tanto las necesitan, ya van 400 entregadas y otras tantas en proceso. No puedo evitar pensar que ojalá esa frase sea cierta en estos días. Ojalá cuando salgamos de todo esto, cuando sobrevivamos a este confinamiento y a este maldito virus con corona, ojalá mutemos. Y nos hagamos más fuertes.
Espero, porque en estos días no queda otra que esperar, que todo esto nos sirva para algo. Ahora que la naturaleza nos está dando un guantazo de realidad, nos está poniendo en nuestro sitio y nos está devolviendo con creces que la hayamos sacado de su eje. Para equilibrarlo todo nos ha tenido que frenar en seco. Confío en que aprendamos a valorar el tiempo, ese que antes nunca teníamos y ahora nos sobra, ese que queremos que deje de sobrarnos, volver a la rutina. Espero que nos hartemos de las tecnologías que tanto nos están dando estos días, dejarlas a un lado cuando por fin podamos salir de casa. Ahora que no existen donantes de corazón, ojalá que pongamos el nuestro en todo lo que hagamos y hacemos. Que miremos y disfrutemos al máximo del cielo, las aguas cristalinas, los montes y los bosques que ahora descansan de nosotros. Que cuando salgamos de este letargo nos regocijemos al respirar un aire limpio con unos pulmones sanos. Quiero creer que los bienes materiales seguirán quedando en un segundo plano y que todo el mundo podrá tener los productos de primera necesidad. Espero que continuemos siendo solidarios aunque ya no haya miedo en nuestras propias carnes, en nuestros propios ojos. Ojalá sepamos mirar las cosas desde los ojos del resto; y nos sigamos ayudando. Espero que permanezcamos sonriendo a través de las ventanas, y por las calles que ahora tanto anhelamos. Que continuemos aplaudiendo a todos aquellos trabajadores que nos ayudan día a día, pero esta vez, dándoles las gracias directamente. Por favor, que sigamos comunicándonos, pero sin echarnos de menos, sino gozando de las conversaciones con los demás; con cafés, cervezas y miradas; que nos quemen los móviles en las manos por desear soltarlos y abrazar a los nuestros; que saquemos horas del reloj para los viajes y poder besar a los que estén más lejos, olvidándonos de las excusas. Nunca quisimos tan fuerte que las distancias fueran más cortas.
Este rey de los bichitos nos está mutando, nos está cambiando y por ser positivos esperemos que hayamos aprendido algo de todo esto. Todo lo malo que nos está quitando este virus, convirtámoslo en algo bueno. Sembremos de nosotros este mundo enfermo. Y mientras nos encargamos de frenar la curva, de hacerla más pequeña, nos sirva de algo y seamos nosotros los que crezcamos como personas.
Y bueno, por el Coronavirus no os preocupéis, acabaremos derrocándolo.
Día 20 de cuarentena por Coronavirus.
01 de Abril 2020, Cartagena.
María González Torres.
__________________
Derechos Reservados Copyright © 2020
María González Torres.
Ojalá...
ResponderEliminarOjalá todo sea como dices y mutemos para bien.
Saludos.
Esperemos que se cumpla todo esto, gracias por todo. Abrazos.
ResponderEliminarA seguir cuidándonos todos venceremos,abrazo.
ResponderEliminarEn el mejor de los casos y siendo optimistas queda pensar aquello, que esto nos mute como dices volviéndonos más fuertes y sobre todo conscientes de situaciones como la que vivimos. Te felicito por tu iniciativa de las mascarillas.
ResponderEliminarBesos dulces y que estés bien.
Solemos hacer frases sin pensar que un día... empiezan a cobrar sentido. Ojalá, María. Y dar las gracias por la labor tan encomiable que tanto tú como tu madre estáis haciendo.
ResponderEliminarMil besitos y cuidaros ♥
Ya lo he dicho un montón de veces por aquí. Estamos cabreando a mama natura y va a empezar a defenderse de las moscas cojoneras que somos.
ResponderEliminarMe gusta esa camiseta. Mi hija peque es colega tuya tuvo que poner sus células a hibernar porque los echaron de la universidad esta haciendo su doctorado. Seguro que tiene que volver a empezar cuando vuelva.
Beso
Hola preciosa, me ha costado encontrarte, he tenido un problema con el blog y donde se actualizan las entradas se han actualizado solo las de un blog, todas las que tiene editadas desde los tiempos. Te mando un abrazo y otro para tu madre
ResponderEliminarCómo me gustaría ser optimista como tú :-). A mí siempre me han dicho que soy pesimista y siempre he respondido lo que se responde en estos casos: soy realista (vale, así me veo yo). Opino que sólo unos pocos aprenderán algo, será un número insignificante de personas que lo hagan en comparación con el resto. El resto seguirá maltratando lo que venía maltratando hasta entonces. Seguirá habiendo abandono de decenas de miles de mascotas, seguirán los vertederos incontrolados, la desidia a la hora de cuidar el entorno. Los que hemos cuidado de él, seguiremos haciéndolo. Quizá ahora tengamos más derecho a gritarles a los "malos", pero también es cierto que cuando esos "malos" vean que ha pasado el peligro y que "podemos con todo" bajarán el listón de su medida, estarán desbocados y dirán frases vacías y hermosas a través del whatsapp, su zona de confort. Un abrazo.
ResponderEliminarEl otro día, conversaba con un viejo conocido.. Le decía que esta situación no es nada buena en sí, pero está sacando taaanta bondad del interior de nuestros corazones, una solidaridad que durante taaanto tiempo mantuvimos dormida.. Él, -siempre algo más pesimista-, me replicaba que también sacaba lo peor, que muchos aprovechaban la situación para decir/hacer auténticas burradas.. Sinceramente tan sólo me parece "miedo", y cuando se juntan el "miedo" y la "ignorancia".... mala combinación! Pero volviendo al tema digo yo, ¿y todos aquellos corazones que se están convirtiendo más de carne, que vuelven a latir por amor? toda esa empatía despertando y estremeciéndonos los cuerpos? Simplemente por la "salvación" de esos corazones todo este tiempo merece la pena, no digo que sea buena la situación, pero sí confío en todo aquello que puede traernos.. al menos es lo que me calma el alma.
ResponderEliminarUn placer leerte, me has animado a subir en los próximos días un pequeño texto sobre este tema que tenía guardado para mi.
Un beso enorme y mil gracias! Es un gustazo leerte! ÁNIMO
saldremos de esta, enhorabuena por la iniciativa de las mascarilas, yo también hice hasta ahora unas cuantas, ya van como unas 600 para residencias de ancianos y para algunos centros de salud, cuando las cosas se hacen para luchar y lograr en unión salir de algo asi y ganar, no cuesta verdad?. muchos animos y un saludo, con un beso
ResponderEliminarPues, que siga todo bien... Un saludo, desde Murcia.
ResponderEliminarquien te dice que si lo amamos acordate que fue creado
ResponderEliminarDesaparezca antes de lo combinado
Lástima que en mi regreso tú andes algo ausente, pero de todas formas me alivia leerte así, tan concienzuda, tan centrada, y dentro de la angustia que esto pueda generar, tener altura de mira. Gracias por tus ánimos y por tu reflexión muy apropiada para estos tiempos.
ResponderEliminarLo que más extraño es ir al bosque, escuchar el "crunch" de las hojas bajos mis pies, más la brisa suavecita y fresca como si me hablase... Extraño también el mar.
Sí, "se nos está poniendo en nuestro lugar", es la manera más sensata en que podemos describirlo o entenderlo.
Un abrazo, espero que tú y los tuyos estén muy bien. Bonita labor la de las mascarillas.